Cuando Jeanne-Marie Chavoin y Marie Jotillon llegaron en Cerdon ellas vivieron primero con las Hermanas de San José. Durante seis años Jeanne-Marie vivió en contacto cercano con los hermanos Colin, compartiendo su pensamiento acerca del projecto de la Sociedad de María.Fue aquí donde Jeanne-Marie agarró a fundo su futuro carisma como Fundadora, ella vio claramente el deseo de Dios y que ella tendría un papel activo en la realización del proyecto Marista. Durante estos años la Fundadora recibió una base espiritual sólida del Padre Jean-Claude Colin y su hermano Pierre. Ella continuó saliendo hacia las personas como había hecho en Coutouvre, y al mismo tiempo cuidaba de la sacristía y el presbiterio, integrando todo el tiempo una vida de oración y acción.

Ella esperaba hasta 1823 para recibir el permiso del Obispo de Belley y empezar la rama femenina de la Sociedad de María. El 8 de septiembre 1823 Jeanne-Marie con Marie Jotillon, comenzó a vivir en comunidad y el 25 de octubre del mismo año Marie Gardet se juntó con ellas.

"Jeanne Marie Chavoin y Marie Jotillon vinieron a convivir el 8 de septiembre 1823 en la parroquia de Cerdon, el departamento de Ain, con la aprobación del Obispo de Belley, para empezar la Congregación de las hijas de María " bajo la autoridad y la dirección de los Padres Colin, el párroco y el coadjutor de la parroquia."

Vivieron en un pequeño alojamiento alquilado en el aldea y empezaron una vida regular de oración y trabajo. MaryLas personas del aldea fueron muy impresionadas por su presencia sencilla, siendo visto sólo en la Iglesia y visitando a los enfermos y los pobres. Otras jóvenes mujeres pronto comenzaron a unirse con ellas, y el 8 de diciembre de 1824, ocho otros miembros fueron recibidos en el noviciado. Como los números continuaron a crecer, fue necesario buscar una casa más grande en un área donde la Congregación podría desarrollar. Respondiendo a su necesidad el Obispo les vendió su casa de campo, 'Bon-Repos' en Belley. El 29 de junio 1825 las Hermanas se trasladaron allí a pie, llevando con ellas todas sus posesiones.

Bon- Repos 

es donde nuestra Congregación por último se arraigó y de allí ha esparcido a otras partes del mundo.

"Dios se sirve de quien quiere para iniciar una fundación. En cuanto a nosotras, los comienzos aqui son muy dificiles pero lo que nos consuela es el pensamiento de que Dios lo quiere"
CMJ 79.3

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