Feliz Navidad a todos

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24/12/2014 - Casa general

A medida que avanzamos a través del tiempo litúrgico del Adviento, el espíritu de una mujer embarazada se convierte en una condición espiritual que todos compartimos, hombre y mujer, a la espera de un nacimiento. Un camino que comenzó a María con el ángel Gabriel a una joven mujer, abierta a la palabra de Dios, ahora atrae a extraños visitantes desde un lugar lejano. Favor de Dios no se basa en el rico y poderoso, pero en la mujer y su hijo en el establo y los pastores en el campo.

María es fiel y obediente. Dios tomó lo que era pequeño, humilde, manso, débil y suave, la humilde como ella -los

pescadores, recaudadores de impuestos, las prostitutas, los enfermos, el corazón roto y perdido, y cada hijo pródigo perdido

en el mundo, y lo hizo santo.

Con María, Dios todo se dio vuelta. Dios volvió al mundo en su cabeza, Dios

escogió alguien casi invisible como la madre de su Hijo, el Príncipe de la Paz,

el Rey de Reyes.

El poder de Dios es el Amor y nos llama dia tras dia a vivir este amor.