Hermanas fallecidas

Catherine McDonagh - Reino Unido
14/06/1919 - 04/12/2017

Como muchas otras Hermanas Maristas irlandesas, la Hermana Catherine McDonagh, había nacido en County Mayo, Irlanda en una familia profundamente católica, en la que pudo crecer humana y espiritualmente, al ser la vida de cada día ritmada por momentos de oración y el rezo del Rosario, la oración a Nuestra Señora. 

La Hermana Catherine gozó de una larga vida y de un largo ministerio marista.

La Hermana Catherine fue recibida en el Noviciado de Paignton, en South Devon, en 1938, e hizo los primeros votos el 28 de octubre de 1940.  Después de la profesión fue destinada a la comunidad de Ottery-Saint-Mary, donde se quedó como maestra estudiante durante unos cuantos años, hasta que llegó el momento de seguir un curso de formación profesional. Se matriculó para seguir un curso de dos años (1946-1948) en el Maria Assumpta Training College, Kensington, Londres donde consiguió con éxito el diploma, con excelentes calificaciones. Siguió su ministerio en el Colegio Marista de Paignton, donde fue directora de 1954 a 1959 y de 1959 a 1963 y compartió sus talentos en el Colegio Marista (Escuela superior) donde enseñó Bellas Artes.  

En esos años la vida religiosa estaba atravesando momentos de renovación y se emprendían nuevos proyectos. Cuando el liderazgo general de las Hermanas Maristas emprendió la expansión hacia otros apostolados, Catherine formó parte de un proyecto que se llevó a cabo en España conjuntamente con los Hermanos Maristas en uno de sus colegios (1967-1971).

Al volver de España Catherine siguió su ministerio de educación y fue directora del Colegio Marista de Fulham de 1974 a 1978.  En sintonía con los cambios que tenían lugar en la Iglesia y una mayor implicación de las religiosas en la vida parroquial, la Hermana Catherine se unió a nuestra comunidad en Swallownest, Yorkshire donde se implicó a fondo en los proyectos parroquiales y por tres años contribuyó en organizar retiros, misiones y promover la pastoral vocacional.  Siguió interesándose mucho en dar retiros y se implicó muy activamente en las semanas parroquiales de Oración Guiada en la parroquia de White City, compartiendo una vez más su talento artístico con las mujeres de la parroquia para enseñarles el ikebana, el arte de arreglar las flores.

En los años ’90 Catherine, animada por nuestras responsables, se comprometió a seguir un curso de seis meses para acompañar a enfermos de SIDA. Trabajó como voluntaria en el hospital Lighthouse de Londres de 1994 a 1997, un centro que ofrece atención residencial y de día a hombres, mujeres y niños afectados por el virus del VIH y del SIDA. Y, de nuevo, la Hermana Catherine sintió la necesidad de un parón para recobrar fuerzas, renovar sus energías y pensar el futuro de un modo nuevo. Siguió un curso en el Instituto San Anselmo, en Cliftonville, Kent. 

Sucesivamente Catherine fue destinada a la comunidad de las Hermanas Maristas en  Lisle Street, Leicester Square para que se pudiera involucrar en el servicio a favor de los sin techo, y allí organizó equipos de voluntarios para distribuir té y bocadillos a los sin techo en la parroquia Notre Dame de France, en Leicester Square.  Además se le confió el rol de acoger a las personas en la iglesia de Notre Dame de France.

Después de un breve tiempo en Lisle Street, pasó a la comunidad de Upper Holloway desde donde siguió ejerciendo su ministerio.

En 1999 Catherine volvió al norte de Inglaterra, y esta vez fue a la comunidad de  Manchester donde visitaba a las personas enfermas, solas y confinadas en sus casas.

Los años fueron pasando y en 2005 la Hermana Catherine volvió allí donde había empezado su ministerio en 1940, a la comunidad de Ottery-Saint-Mary, esta vez como miembro jubilado de la comunidad.

Por naturaleza, la Hermana Catherine era una persona muy activa con una mente también muy activa y llena de muchos intereses. Una mujer de una profunda espiritualidad y de oración que supo dar mucha dicha espiritual y consuelo a las personas que se dejaron guiar por ella. Siempre trabajó con mucho ahínco e interés allí donde estuvo y era muy generosa a la hora de compartir sus dones con los demás. Después de su traslado a Villa Maria en 2007, la Hermana Catherine siguió sirviendo según las muchas pequeñas formas que se les iban presentando.  

Siempre muy agradecida por todo, era feliz viendo a las Hermanas de otras comunidades y apreciaba el cuidado que recibía de las Hermanas y del personal tan entregado, del que siempre hablaba muy bien. Las fuerzas de la Hermana Catherine empezaron a decaer y a deteriorarse y se la podía oír andar lentamente por el pasillo hacia la capilla, con la ayuda de su tacataca.

Durante unos pocos días se vio obligada a quedarse en su habitación cuando fue evidente que se iba volviendo cada vez más débil.  Y el 4 de diciembre, rodeada de sus Hermanas y del personal de Villa Maria, la Hermana Catherine respiró por última vez volviendo así a la demora eterna por la que se había preparado a lo largo de toda su vida.

Después del funeral que tuvo lugar en Villa Maria el 12 de diciembre, los restos mortales de la Hermana Catherine yacen ahora en compañía de muchas Hermanas nuestras en el cementerio de Hawkinge, y gozan de su eterno descanso.

Que el alma de la Hermana Catherine descanse por siempre en la paz eterna de Dios.

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